Nuestra primera entrada queremos dedicarla a quién se ocupa del cuidado de una persona con Alzheimer, aunque esta información es ampliable para la ayuda del cuidado de personas con demencia en general.

Este cuidador, por norma general, suele ser un familiar cercano lo que incrementa la dificultad de cuidado, no sólo por encontrarse con una situación que en muchos casos puede llegar a desbordarnos, si no porque debemos asumir  que la situación familiar va a cambiar, pudiendo aparecer nuevas conductas y actitudes que no tengan relación con el carácter de nuestro familiar antes de la enfermedad.

 

A continuación vamos a dar una serie de pautas que pueden ser útiles de cara a suavizar situaciones de conflicto con nuestro familiar. Estas “normas” intentan ser una guía de ayuda para cuidadores, en ningún momento hay que seguirlas todas a la vez o de una manera estricta, si no que hay que adaptarlas a cada persona y no hay necesidad de que se apliquen todas de golpe si no que usted debe elegir las que mejor se adapten a la situación de su familiar.

 

Cada persona es un mundo y cada situación única, esto son unas pautas globales para intentar facilitarle el día a día englobando todo tipo de necesidades para que usted elija las que mejor se adaptan a su caso.

 

  1. CALMA

Es importante mantenerse en calma y transmitírsela a nuestro familiar.

Esto no quiere decir que usted no sienta en ocasiones desasosiego, ansiedad, irritación o nerviosismo por la situación, estas emociones van a producirse porque nos vamos a encontrar con nuevas situaciones en las que en ocasiones puede que no encontremos los recursos necesarios para sobrellevarlas o no entendemos por qué se producen. Es importantísimo mantener una ambiente de calma que nos aporte sosiego tanto a nosotros como a nuestro familiar. Para poder llegar a este sosiego, es fundamental que usted comprenda que su familiar ya no va a seguir las normas sociales, familiares o de convivencia, ya que es posible que no las recuerde. La lógica ya no rige su conducta.

Usted debe entender que su familiar va a seguir siendo él mismo, pero que la enfermedad va a modificar en ocasiones su carácter, es importante que aprenda a distinguir esto.

Calma también significa que no deben existir presiones, pues ante una situación de presión, su familiar reaccionará gritando, enfadándose y poniéndose muy nervioso, ya que no comprende porque se le pone en esa situación de tensión ni como resolverla, por ello usted deberá intentar evitar al máximo estas situaciones.

 

  1. NO DISCURSIONES NO REGAÑOS

 

Debemos evitar al máximo las situaciones nocivas, como conflictos tanto con su familiar como con otros en su presencia, pues esto creará una situación de estrés que no beneficia en absoluto al enfermo.

Normalmente intentará justificar sus olvidos culpándole a usted sobre las situaciones que le desborden como no entender donde está, o donde ha dejado algún objeto. Es importante que ante estas situaciones usted no discuta e intente comprender que su lógica ha dejado de ser la nuestra, y que deberá comprenderle usted a él y no viceversa.

También es normal que aparezcan episodios de desinhibición, que usted deberá comprender pues debe recordar que sus normas sociales ya no son las nuestras, ante estos sucesos nuca debe regañarlo, si no reconducirlo.

 

  1. RUTINA

Una de las mejores maneras de evitar situaciones frustrantes que puedan provocar  estados de ánimo nocivos como frustración, rabia, enfado… es organizar una rutina diaria.

Ante la desorientación y falta de memoria progresiva que va sufrir el enfermo hay que entender que cada día le resulte un poco más difícil realizar tareas complejas, así como que su capacidad de aprendizaje de nuevas tareas se verá poco a poco mermada. Por ello es importante establecer una rutina que le ayude a llenar su tiempo con tareas que él realizase anteriormente pero fijando unos horarios, un orden y un lugar para cada cosa. Las sorpresas y las innovaciones deben ser minimizadas con el objetivo de facilitar el día a día del enfermo. Si él tiene una rutina de hábitos estará entrenando cada día a las mimas horas las mismas facultades cuestiones clave para mantener durante el mayor tiempo posible una autonomía funcional.

 

  1. DEJARLE SU TIEMPO

 

Es importante saber distinguir la diferencia entre la estimulación que ayudará al enfermo a mantener sus capacidades durante más tiempo, y la hiperestimulación que simplemente le frustrará ya que no puede asimilar muchos conceptos de una manera rápida y eficiente, provocando en él rabia, agresividad, enfado…ante la perdida de control de la situación que le sobrepasa.

Hay que dejarle tiempo para que termine cada tarea, aunque esto suponga esperar 45 minutos por una tarea que antes le llevaba no más de 10, también hay que darle tiempo para contestar las preguntas que le realicemos y descansos entre tareas.

Otro factor importante es realizar tareas que él todavía pueda realizar y no intentar realizar las que ya no puede hacer pues él se sentirá fracasado y frustrado.

Es normal no saber distinguir cual es el límite entre estimulación e hiperestimulación si no es un profesional especializado, por ello es muy importante acudir a un centro especializado desde los primeros síntomas, donde le puedan estimular correctamente según su nivel, además convivir con personas en su misma situación y con sus mismos problemas le ayudará a minimizar la frustración ya que comprobará que hay gente con sus mismas dificultades por lo que le será mas fácil implicarse en tareas que aunque le resulten complicadas pueda ir asimilando gracias a la ayuda de un profesional y dándole el tiempo que necesite.

 

 

 

Post escrito por Teresa Lorenzo.