AVD`S y Terapia Ocupacional:

Las actividades básicas de la vida diaria (AVDS) son aquellas tareas que una persona realiza a lo largo de su día para cumplir con los roles que mantiene dentro de la comunidad. Se incluyen tareas de cuidado personal , alimentación , arreglo personal , vestido, baño e higiene para defecar y orinar. Posteriormente también se incluyeron actividades relacionadas con la movilidad , con la comunicación , el manejo de actividades del hogar , socialización , actividad sexual y ejercicio.

Dentro de las AVD´S Terapia Ocupacional diferenciamos entre las actividades básicas y las actividades instrumentales

Las Actividades básicas de la vida diaria (ABVD) son aquellas más primitivas y sencillas como son la alimentación, el aseo tanto corporal como general, la actividad del vestido y desvestido, la continencia urinaria y fecal y los traslados o transferencias de un lugar a otro.

Las actividades instrumentales (AIVD) de la vida diaria requieren un nivel superior de dificultad. Son aquellas relacionadas con las compras, realización de comidas, uso de tecnologías,lavado de ropa, manejo del dinero y medicación

Escalas de valoración en ABVD y en AIVD desde Terapia Ocupacional:

El terapeuta ocupacional es el profesional sanitario que posee el entrenamiento adecuado para evaluar y analizar el desempeño ocupacional y la participación que el paciente tiene en las AVD.

La evaluación permite conocer los factores que impiden el desempeño de las tareas y concretar si se puede corregir a través de un reentrenamiento o adaptar de diferentes maneras .

Los terapeutas ocupacionales tenemos diferentes escalas para poder evaluar el desempeño ocupacional , dentro de las más conocidas o básicas son la escala de bather para la valoración de las ABVD y la escala de Lawton y Brody para las AIVD.

Importancia de los valores personales:

Es importante tener en cuenta como hay factores intrínsecos y extrínsecos que intervienen en la realización de la actividad y tenerlos en cuenta para la valoración . Por eso mismo es de vital importancia conocer el entorno familiar y saber si antes del proceso en el cual nos encontramos la persona realizaba las actividades que vamos a valorar .

Por ejemplo, sería necesario tener en cuenta las costumbres generacionales y el funcionamiento de la pareja para una valoración del vestido . Es costumbre que antiguamente la mujer eligiese y preparase la ropa del marido con mimo y antelación para ir a trabajar al día siguiente . Por lo tanto puede ser que al señor que voy a valorar, su mujer le haya elegido y preparado la ropa desde siempre y sea una actividad que nunca ha realizado. No podría esperar que después de un proceso sea cual sea, esa persona vaya a elegirse , buscar o preparar la ropa con antelación . Del mismo modo podría ocurrir con el mantenimiento del hogar.

Por eso mismo es importante tener en cuenta los factores personales y ambientales en cualquier proceso que realicemos.

¿Ayuda o sobreprotección?

Es lógico que yo como familiar pueda sufrir viendo como un ser querido se esfuerza, se frustra, se enfada o se desespera por llevar a cabo una actividad que le supone el doble o el triple de esfuerzo que me costaría a mi. Es normal que quiera ofrecerle mi ayuda para protegerla o para evitar que se tarde tanto tiempo en realizar algo que yo podría terminar en la mitad de tiempo.

Por eso , animo a reflexionar sobre el siguiente proverbio chino que dice lo siguiente:

“Dale a un hombre un pez y le alimentarás un día . Enseñale a pescar y le alimentarás toda la vida”

Como Terapeutas Ocupacionales, recomendamos que se ayude a los familiares en la medida que lo necesiten después de haber realizado un análisis del desempeño ocupacional del paciente, para que con ello se pueda fomentar la independencia y no todo lo contrario, produciendo una sobreprotección ante el familiar enfermo que conlleve a una pérdida más rápida de las capacidades, funcionales, motoras y cognitivas.

Facilitación de las actividades:

Los terapeutas ocupacionales tenemos la habilidad de poder fomentar la independencia y la autonomía facilitando o adaptando las diferentes actividades a los usuarios.

Entre las herramientas más comunes que tenemos cabe destacar el reentrenamiento de actividades básicas como enseñar a comer de nuevo, a pinchar los alimentos o a realizar un cambio de dominancia a causa de que tengamos una afectación en nuestro lado dominante.

También se puede adaptar la actividad utilizando productos de apoyo, como por ejemplo sería una tabla o silla para podernos duchar sentados y facilitar la participación en mi aseo corporal.

Es común también adaptar cubiertos ,utilizando engrosadores para facilitar el agarre de cubiertos o modificar el ambiente como evitar tener en casa alfombras que se levanten y puedan conllevar a una caída o lo más conocido, cambiar la bañera por un plato de ducha que me permita entrar y salir con mayor facilidad.

En entradas posteriores a este blog profundizaremos un poco más en cómo facilitar la actividad y ayudar a nuestros familiares a participar más.

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