En Manava sabemos que encontrarse con esta enfermedad es duro, que se necesita mucho apoyo y mucha información; por eso hoy queremos hablar sobre las Fases del Alzheimer.

Porque conocer sus fases puede ayudarte a llevar mejor los cambios por los que un enfermo de Alzheimer pasa; para así poder entenderlo mejor y ayudarlo.  Recuerda, «El bienestar de las personas con demencia es resultado directo de la calidad de las relaciones que mantienen con quienes le rodean»(Kitwood). 

En la enfermedad de Alzheimer se describen tres etapas o fases: leve, moderada y severa. A simple vista puede parecer que estos datos no nos aporten demasiado, pero no es así. Situar al paciente en una de estas etapas nos ofrece información sobre el punto en el que se encuentra el enfermo dentro del marco de evolución de la enfermedad, cuestión fundamental a la hora de realizar un tratamiento farmacológico o no farmacológico, específico para la fase del paciente.

Pero más allá de la necesidad para los profesionales sanitarios de situar al paciente en un marco dentro de la evolución, queremos contarte las características de cada fase, para que puedas identificar los cambios en el enfermo de Alzheimer, entenderlos y evitar la frustración que produce lo desconocido, y sobre todo para que no se confundan los cambios normales derivados de la enfermedad con un cambio en la forma de ser del enfermo. Debemos entender la enfermedad, para poder convivir con ella, y para colaborar en que el día a día del enfermo de Alzheimer sea lo mejor posible.

 

FASE LEVE: Fase inicial, se caracteriza por pequeños olvidos de hechos recientes en el tiempo. La importancia de esta fase radica en que el enfermo comience a recibir un programa específico de tratamiento y estimulación cognitiva y motora para que conserve sus funciones lo máximo posible en el tiempo.

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FASE MODERADA: Segunda fase. Aunque no se pueden acotar unos tiempos de duración de las fases, pues dependerá de la evolución de cada paciente, esta fase se caracteriza por los cambios bruscos de humor, derivados de las frustraciones que le produce al paciente las perdidas de control sobre temas o hechos que antes dominaba.

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FASE SEVERA: Es la fase en la que el paciente se vuelve toltalmente dependiente,  olvida hechos recientes y pasados, no reconoce objetos cotidianos u olvida su función. 

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Es importantísimo conocer la enfermedad y su evolución, y aún más importante entender las necesidades del  enfermo. Como en cualquier otra enfermedad, contactar lo antes posible con profesionales especializados que garanticen un tratamiento lo más específico posible para cada paciente marcará la diferencia en la calidad de vida que el enfermo tenga, consiguiendo en la medida de lo posible, estabilizar positivamente al paciente a lo largo de la enfermedad.

 

 

 

Post escrito por Teresa Lorenzo.