El riesgo de sufrir un ICTUS está aumentando en la sociedad actual, y este riesgo incrementa con la edad. A partir de los 65 años las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV)  incrementan notablemente. Estudios recientes estiman el riesgo de sufrir un ictus en 1 de cada 6 personas en España.

Pero, ¿qué es un ictus? Un ictus es un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera las funciones de determinadas regiones. Existen dos tipos de ictus: ictus isquémico, es la disminución del flujo sanguíneo del cerebro; puede ser trombótico; un coagulo de sangre formado en la pared de una arteria bloquea el paso de la sangre al cerebro, o embólico; es similar al trombótico pero el coágulo se origina lejos del cerebro y viaja con la sangre hasta tapar una arteria pequeña. El otro tipo de ictus es hemorrágico; este tipo puede ser hemorragia cerebral; una arteria se rompe, la sangre sale y daña el órgano por presión, o hemorragia subaracnoidea localizada entre la superficie del cerebro y la parte interna del cráneo.

Con estos datos debemos plantearnos dos cuestiones importantes:

 

  • ¿qué podemos hacer para intentar prevenirlo?

 

  • ¿Cuáles son los signos de advertencia de un accidente cerebrovascular?

 

Los signos de advertencia de un ACV son los síntomas que nuestro cuerpo muestra como respuesta a la falta de oxigenación del cerebro. Estos signos son:

 

Entumecimiento súbito o debilidad facial, así como de un hemicuerpo (un solo lado del cuerpo). Es característico ver la comisura de la boca de un lado de la cara caída y el otro lado normalizado, clara diferencia entre debilidad muscular de un lado de la cara y normalidad en el otro es una de las características más significativas de accidente cerebrovascular que no podemos dejar pasar. Un ejemplo que podemos tomar para comprobarlo es pedir que la persona sonría, la sonrisa debe ser simétrica.

Confusión súbita, o dificultad para hablar o comprender lo que otras personas nos dicen.

 

 

Dificultad súbita para ver con uno o los dos ojos.

 

 

Dificultad súbita para caminar, pérdida del equilibrio o coordinación, mareos.

Dolor de cabeza grave, súbito y sin causa aparente.

También pueden aparecer otros signos como visión doble, somnolencia o náuseas.

Estos signos pueden durar momentáneamente y luego desaparecer, son conocidos como ataques isquémicos transitorios, o “microinfartos cerebrovasculares”, no debemos fiarnos de la brevedad de estos y confiarnos, pues nos están revelando un problema subyacente más grave. Si sufrís estos signos, o apreciáis que alguna persona los sufre, no los ignoréis, si nota alguna de estas sintomatologías debe acudir al médico. La rapidez de actuación en los ACV es determinante para una buena evolución.

 

Pero, y ¿qué podemos hacer para prevenirlos?

 

Lo principal es llevar un estilo de vida saludable, en el que diariamente nos movamos, nos relacionemos con otras personas y llevemos una alimentación sana. Pero además debemos intentar combatir al principal aliado del icuts; la hipertensión.

 

¿Cómo podemos hacerlo?

 

-Adiós al tabaco. El tabaco dificulta la circulación y favorece los trombos, por ello debemos apartarlo de nuestros hábitos.

– Consume alimentos con potasio: El potasio nos ayuda a combatir la hipertensión por ello llena tu nevera con alimentos ricos en este mineral como legumbres, plátanos, nueces, cacahuetes, aguacates, acelgas…

Frutas de pulpa blanca: Las frutas de pulpa blanca contienen quercetina, un tipo de flavonoides antioxidante muy beneficioso para nuestro organismo, elígelo como aliado de tu salud, y son fuente de fibra dietética, la fibra dietética tiene un pequeño efecto reductor de la presión sanguínea. El consumo elevado de flavonoides de los alimentos se relaciona con un 20% de riesgo menor de accidente cerebrovascular. Además es aconsejable realizar la ingesta de frutas apartada de las comidas principales, o al menos antes de ellas para aprovechar así todo lo bueno que nos dan. Las frutas desempeñan un importante papel en la nutrición humana.  Así, una sangre nutrida por frutas crudas será fluida, vitalizada y alcalina, exentas de materias ácidas, pues aún las frutas más ácidas tiene una reacción alcalina en la sangre.

Algunas frutas de pulpa blanca son por ejemplo la pera o manzana.

El alimento que más quercetina contiene es la cebolla.

-Visita parques y zonas verdes: Si vives en el campo disfruta de tu entorno paseando por zonas verdes, y si vives en la ciudad utiliza tu tiempo libre para acercarte a un parque cercano y pasar un rato en zonas verdes que nos ayuden a oxigenarnos y respirar aire de mejor calidad, ya que la contaminación es un factor de riesgo para sufrir un acv.

-Muévete: No es necesario que te apuntes a un gimnasio o que te obsesiones con el deporte, comienza con algo más sencillo. Debes ir introduciendo en tu rutina diaria pequeños cambios para que poco a poco te vayas encontrando mejor y vayas tolerando mayor carga física día tras día. Por ejemplo, deja las escaleras mecánicas sube por las normales, bájate una parada antes en el metro o autobús ya que te obligarás a caminar un poco más, realiza la compra en los pequeños comercios de tu barrio que no te ofrezcan todos los productos en la misma zona, y poco a poco introduce en tu rutina ejercicios con cambios de ritmo, los cambios de ritmo por ejemplo andar deprisa dos minutos y luego a paso normal durante 10, y así durante 30 minutos por ejemplo, harán más fuerte a tu corazón.

-Pescado directo a nuestra nevera. Introduce el pescado en tus menús; del tipo que quieras, varía durante la semana pero procura no olvidarte de este alimento en la cesta de la compra.

-Diabetes y colesterol a raya. La diabetes provoca además de descompensaciones en la capacidad del cuerpo de “usar” la glucosa, cambios destructivos en los vasos sanguíneos del cuerpo, además si los niveles de glucosa sanguínea son altos en el momento del ataque cerebral, el daño será mayor.

La acumulación del LDL en exceso en los vasos sanguíneos puede llevar a la aterosclerosis, que es la causa principal de estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que puede llevar al accidente cerebrovascular.

 

Recordad, unos hábitos de vida saludables y acudir inmediatamente al médico si notamos cualquiera de los signos de ictus, son determinantes para una recuperación más positiva.

 

 

 

 

 

 

Post escrito por Teresa Lorenzo. Fisioterapeuta.

 

Fuente de información: Asociación Americana del Corazón